El ofrecimiento de obras por la mañana es un acto de piedad que orienta bien el día, que lo dirige a Dios desde sus comienzos, de la misma manera que la brújula señala al Norte. El ofrecimiento de obras nos dispone desde el primer momento a escuchar y atender las innumerables inspiraciones y mociones del Espíritu Santo en este día
Ven Espíritu Santo inflama nuestros corazones en las ansias redentoras del Corazón de Cristo para que ofrezcamos de veras nuestras personas y obras en unión con Él por la redención del mundo
Señor mío y Dios mío Jesucristo Por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu Corazón y me ofrezco contigo al Padre en tu Santo Sacrificio del altar con mi oración y mi trabajo sufrimientos y alegrías de hoy en reparación de nuestros pecados y para que venga a nosotros tu Reino
Te pido en especial Por el Papa y sus intenciones Por nuestro Obispo y sus intenciones Por nuestro Párroco y sus intenciones
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Oh Dios, que en el corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados, has depositado infinitos tesoros de caridad; te pedimos que, al rendirle el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida reparación. Por Jesucristo nuestro Señor. R. Amén.
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