CUARTA SEMANA DE PASCUA (Ciclo B)

21 de abril 2024

“Yo soy el buen pastor”

 

JORNADA MUNDIAL DE ORACIÓN POR LAS VOCACIONES y JORNADA DE VOCACIONES NATIVAS

 

DESDE LA ATALAYA
de la Virgen del Carmen

El viernes con 30 chicos de FP vimos amanecer desde la cumbre del Yelmo en la Pedriza. Pasamos una fría noche en la pradera que precede a la escalada final. ¿Qué me atrae a mí de estos chicos? ¿Quién me manda pasar dos días intensos subiendo cumbres con ellos? Puedo aseguraros que no me basta un alba precioso. Hoy recé el responso por Luis Carcaño en el tanatorio de Torrelodones. En cuanto el coro empezó a cantar me inundó una inmensa nostalgia del cielo. “Él es la “piedra que desechasteis vosotros, los arquitectos, y que se ha convertido en piedra angular”; “no hay salvación en ningún otro; pues bajo el cielo no se ha dado a los hombres otro nombre por el que debamos salvarnos”. San Pedro lo tiene claro. En todo lo que hacemos, le buscamos a Él. Solo Cristo puede darnos la eternidad que anhelamos. Ha dado su vida libremente. Y la ha recuperado sorprendentemente. Desde ese momento, todas las cosas que hacemos pueden tener un horizonte eterno. Esta mañana estuve en la celebración del 450 aniversario de la fundación del Convento Santa Úrsula de las contemplativas Concepcionistas Franciscanas de Alcalá de Henares. ¡Qué son IV siglos para una eternidad! Sigamos al cordero y pastor para encontrar no la preciosa pradera del Yelmo, ni la bellísima aurora primaveral. Démonos cuenta que sólo por Él todas esas bellezas son eternas. Son elocuentes. No se nos van entre las manos. Señalan al Único que sacia el alma. En comunión, vuestro párroco.

 

 

 

INTENCIÓN DE ORACIÓN DEL SANTO PADRE PARA EL MES DE ABRIL

En este mes de abril, el Santo Padre nos pide que para que la dignidad y la riqueza de las mujeres sean reconocidas en todas las culturas, y para que cese la discriminación que sufren en diversas partes del mundo. 

El video del Papa que hace rezar al mundo.

 

CARTA PASTORAL DE NUESTRO CARDENAL ARZOBISPO D. JOSÉ COBO

Finalizada la Octava de Pascua y a la espera de la venida del Espíritu Santo en Pentecostés, el arzobispo de Madrid, cardenal D. José Cobo, ha escrito a los fieles de Madrid una carta pastoral, titulada ‘La Pascua de los discípulos’, en la que invita a «hacernos caer en la cuenta de este momento» que vive la Iglesia y llevarlo a la reflexión compartida en «los órganos sinodales que estamos impulsando como consejos, coordinadoras de pastoral o delegaciones». Las «pistas» que ofrece la carta «bien nos pueden preparar para acoger las líneas de los próximos cursos, pues quieren apuntar las bases de nuestra identidad como discípulos». Podéis leer la Carta Pastoral en este enlace

 

                                              

LA PALABRA DE DIOS CUARTO DOMINGO DE PASCUA
PRIMERA LECTURA

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 4, 8-12

En aquellos días, lleno de Espíritu Santo, Pedro dijo: «Jefes del pueblo y ancianos: Porque le hemos hecho un favor a un enfermo, nos interrogáis hoy para averiguar qué poder ha curado a ese hombre; quede bien claro a todos vosotros y a todo Israel que ha sido el Nombre de Jesucristo el Nazareno, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de entre los muertos; por este Nombre, se presenta este sano ante vosotros. Él es la “piedra que desechasteis vosotros, los arquitectos, y que se ha convertido en piedra angular”; no hay salvación en ningún otro; pues bajo el cielo no se ha dado a los hombres otro nombre por el que debamos salvarnos».

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL

Salmo 117

La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular.

Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia. Mejor es refugiarse en el Señor que fiarse de los hombres, mejor es refugiarse en el Señor que fiarse de los jefes.

La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular.

Te doy gracias porque me escuchaste y fuiste mi salvación. La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente.

La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular.

Bendito el que viene en nombre del Señor, os bendecimos desde la casa del Señor. Tu eres mi Dios, te doy gracias; Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 3, 1-2

En aquel tiempo, dijo Jesús: «Yo soy el buen Pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo las roba y las dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas. Yo soy el buen Pastor, que conozco a las mías, y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas. Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil; también a esas las tengo que traer, y escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño, un solo Pastor. Por esto me ama el Padre, porque yo entrego mi vida para poder recuperarla. Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para entregarla y tengo poder para recuperarla: este mandato he recibido de mi Padre».

Palabra de Dios.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 24, 35-48

Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: – «Paz a vosotros». Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo». Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: – «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos». Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían: – «Hemos visto al Señor». Pero él les contestó: – «Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo». A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: – «Paz a vosotros». Luego dijo a Tomás: – «Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente». Contestó Tomás: – «¡Señor mío y Dios mío!». Jesús le dijo: – «¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto». Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Éstos se han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.

Palabra del Señor.